Segun nuestra querida y afamada Wikipedia:
El sufrimiento es la sensación motivada por cualquier condición que someta a un sistema nervioso al desgaste. El sufrimiento, como cualquier otra sensación, puede ser consciente o inconsciente. Cuando se manifiesta de forma consciente lo hace en forma de dolor o infelicidad, cuando es inconsciente se traduce en agotamiento o cansancio.
La razón se encuentra en la investigación cerebral que han realizado recientemente y que revela que la parte del cerebro que procesa el dolor físico también se encarga del dolor emocional. Y esto explica, que igual que una lesión física puede llegar a provocar un dolor crónico, hay gente que nunca se recupera de una herida emocional.
El sufrimiento emocional, puede venir dado por diversas situaciones que van desde la ruptura de una relación sentimental a la exclusión social, pasando por la pérdida de un ser querido.
Los que experimentan este tipo de dolor hablan de "un dolor en el pecho", "un vacío debajo del esternón" o de pensar que se están volviendo locos por tanto dolor. Y es que, como afirma en declaraciones a la BBC el profesor David Alexander, director del Centro de Investigación de Trauma en Aberdeen (Escocia), "la gente que ha sufrido daños emocionales a menudo traduce ese dolor en algo físico".
Se cree que el dolor físico y el dolor emocional están relacionados porque las relaciones sociales son cruciales para nuestra vida diaria en esta sociedad que hemos creado. Enfrentado a una situación de peligro, un hombre solo tiene menos posibilidades de sobrevivir que un grupo de ellos.
El dolor físico es una advertencia de nuestro organismo para no hacer algo que nos hace daño, como, por ejemplo, caminar con un tobillo o una pierna fracturada. El dolor emocional también puede ser una advertencia para no volvernos a ver involucrados en una situación que nos puede herir emocionalmente.
Y si el dolor físico puede volverse crónico, lo mismo ocurre con el dolor emocional. En casos extremos según Martin Cowie, profesor de cardiología del Hospital Brompton de Londres, una persona que ha perdido a un ser querido corre el riesgo de morir durante los seis meses siguientes.
Esto se debe a que en el estrés que genera la pérdida están involucradas unas hormonas que aumentan las posibilidades de se produzca un infarto o una embolia, como explica el experto. Por eso, agrega, es muy importante identificar y tratar a las personas cuyo dolor emocional podría convertirse en dolor crónico y provocar una importante depresión o incluso la muerte..
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