Es curioso como ciertas sustancias nos pueden llegar a afectar tanto, eso demuestra lo vulnerable que es el cuerpo humano.
Por curiosidad he querido informarme de como nos afectan las drogas y poder resolver algunas preguntas; ¿qué le hace la droga a nuestro cuerpo? ¿a nuestra vida?
Las drogas más extendidas en todo el mundo y que son consumidas por gran parte de la población son: la marihuana, el cristal, la cocaína y la heroína.
Explicaré un poco lo que he entendido sobre como funcionan los efectos de cada una sobre tres aspectos claves de la funcionalidad humana como son la coordinación, la concentración y el estrés psicológico.
Con la marihuana se confunden las señales eléctricas del cerebro debido al THC que bloquea estas señales provocando que los mensajes al cuerpo sean irregulares y distorsionados. Así, los movimientos son más lentos con lo que repercute a la coordinación haciéndola lenta y poco precisa.
En cuanto a la concentración, también se ve afectada por la sustancia THC que inhibe la memoria a corto plazo, por ende, la capacidad de concentración es casi nula. De la misma forma, en una situación de estrés el sujeto no tiene percepción del peligro porque las reacciones neuronales están inhibidas, por lo que podemos decir que hay una falta total de urgencia.
El cristal, es una droga conocida por la sensación de aceleración.
Estimula el sistema nervioso central haciendo que el consumidor esté en alerta y concentrado pero su efecto es tan fuerte que conduce a una sobrecarga de tensión, vamos que... sobreexcita el cerebro. Eso hace que la coordinación se escape de las manos y los movimientos sean más rápidos de lo normal provocando una transpiración excesiva al calentarse el cuerpo además de cualquier actividad que haga.
La sobreexcitación producida por el cristal, en un principio, parece que ayuda a la concentración que la vuelve casi obsesiva, pero obviamente tiene su lado negativo y es que altera la temperatura corporal.
Como de por sí el cuerpo va acelerado, ante una situacion de estrés es aún peor, el cuerpo se sobrecarga el doble y puede entrar en un estado de pánico. Resumiendo, provoca una explosión de actividad confusa y después el colapso.
La heroína se abre paso hasta el cerebro donde se convierte en morfina, anulando el dolor e induciendo una sensación de calidez y placer.
La coordinación de un heroinómano es lenta porque está bajo los efectos sedantes de la droga y aturde la concentración porque para ello tiene que salir del estado de relajación en el que se encuentra el cerebro del drogodependiente.
Frente a una situación de estrés, al tener dañados los pulmones por fumar heroína, el primer síntoma es sensación de asfixia ya que la respiración se acelera por la ansiedad que provoca la situación.
La cocaína es un potente estimulante, aumenta el deseo de moverse con rapidez. Pone todos los sistemas en funcionamiento pero para éstos les es difícil parar porque no tiene la coordinación bajo su control. También sobreexcita el cerebro.
La cocaína produce una confianza excesiva que impide fijarse en los detalles, por lo que la concentración no es del todo funcional. Igual que el cristal, una situación peligrosa excita el doble al sujeto produciendo adrenalina que luego resulta en una conducta irascible y violenta.
Lo increíble de todo esto, es que el cuerpo es una máquina perfecta e impresionante, incluso después de estar años drogándose, se puede revertir. Siempre que se quiera, claro.
Añadir
Más Info